Equilibra los mundos online y offline

A veces, a los niños les resulta difícil cambiar la diversión que proporciona el mundo digital por experiencias del mundo real. Cada familia tiene su propio equilibrio, así que lo ideal es que trabajes con la tuya para encontrar el vuestro.

una niña y un hombre sonriendo juntos

Con esta guía, queremos ayudarte a hablar con tus hijos sobre la importancia de encontrar un equilibrio para que vean como algo positivo salir del mundo digital de vez en cuando.

Lo mejor de usar Internet

Empieza por preguntar a tus hijos por qué usan dispositivos digitales y qué hacen con ellos. ¿Qué beneficios ven en el uso que les dan? Habla con ellos sobre lo que hacen más a menudo, como ver vídeos en streaming o jugar a videojuegos.

Lo mejor de dejar Internet a un lado

A continuación, profundiza en las actividades de tus hijos sin dispositivos. ¿Qué es lo que más les gusta de ellas? ¿En qué se diferencian de las que realizan online? ¿Cómo les hacen sentir en comparación con las digitales?

¿Os estáis perdiendo algo?

Pregúntales a tus hijos si sienten que el uso de Internet a veces les quita tiempo para realizar actividades no digitales o les impide disfrutar de ellas. Si es el caso, ¿cómo les hace sentir esa situación y por qué? Luego, haz la pregunta al revés: ¿las actividades físicas les impiden hacer las digitales? Es buena idea preguntarles de vez en cuando cómo se sienten al respecto y por qué.

Encontrad el equilibrio perfecto

Piensa en cómo conjugar el mundo digital con el físico. Por ejemplo, puedes usar una aplicación de mapas para buscar nuevos lugares que explorar o utilizar un buscador para dar con una receta que podáis cocinar juntos.

Concibe formas en que puedan hacer todo lo que les interesa (tanto online como offline) sin que sientan que se están perdiendo algo.

Reflexiona sobre tus hábitos

Cuando hables con tus hijos, ten presente cómo compaginas tus propias actividades con y sin dispositivos. ¿Hay algo que puedas hacer para ser un ejemplo de los hábitos que quieres inculcar a tus hijos?

Descarga este artículo como archivo PDF que puedes compartir